CAFÉ TORTONI, UN CLÁSICO INCOMPARABLE!

Emplazado en el barrio más histórico de la ciudad, en cuanto a la fundación y a su gobierno, el Café Tortoni brilla con luz propia desde el año 1858.

Pero situémonos primero en el barrio que lo alberga, el barrio de Monserrat, cuna de la historia de Buenos Aires, y de Argentina toda ya que fue en él que se gestó el gobierno nacional. Fue escenario de la fundación de la Trinidad, la actual Buenos Aires, el 11 de junio de 1580 a manos de don Juan de Garay.Su nombre se debe a la creación y construcción en 1756 de la Capilla o Iglesia de Nuestra Señora de Monserrat, una iglesia que no gozaba de la concurrencia aristocrática de la población, sino más bien, era para la gente trabajadora. A la zona de alrededor de la iglesia, se le llamaba el barrio delmondongo, debido a la cantidad de negros que habitaban la zona y amaban a la Virgen morenita de Monserrat, y en sus manzanas predominaba el olor a mondongo que ellos cocinaban.
Edificios tales como el Cabildo de Buenos Aires, la Manzana de Las Luces, La Plaza Mayor (hoy Plaza de Mayo), la Iglesia de San Juan Bautista, entre otros, eran y siguen siendo parte de la historia de Monserrat y de la Argentina. Tiene 187 manzanas entre las cuales se hallan cientos de lugares de importancia histórica, social política, religiosa etc. Entro los cuales se destacan: la Plaza de Mayo, que dentro suyo tiene: el monumento a Juan de Garay, el monumento a Manuel Belgrano, la pirámide de Mayo, y donde se realizan la custodia y los cambios de guardia del Regimiento de Granaderos a Caballo del General San Martin.

Café Tortoni, un clásico con gran historia, en pleno centro porteño.Y la custodia y cambio de guardia del Regimiento de Infanteria 1, Los Patricios, primer cuerpo del Ejército Argentino. La Casa de Gobierno o Casa Rosada, el Cabildo, la Catedral Metropolitana, el Banco de la Nación Argentina, la Legislatura Porteña, la Curia Metropolitana, el Banco Hipotecario, la Basílica de San Francisco, la capilla de San Roque, el Museo de la Ciudad, el Museo Nacional del Grabado,  los primeros Conventillos de la Ciudad, la Iglesia de San Ignacio, el Colegio Nacional Buenos Aires, la Manzana de las Luces, la Plaza Cristóbal Colón.
Indudablemente un barrio para recorrer y conocer parte de la historia de este país.

Pero vayamos al Café Tortoni. Fue inaugurado, como les decía en el año 1858 por un inmigrante de origen francés, llamado Touan, que tomó prestado el nombre de un boulevard des Italiens, donde se reunía la elite parisina.
Luego pasó a manos de otro francés, Celestino Curutchet, el cual con el paso del tiempo, cede la bodega o sótano del lugar, a un grupo cada vez mayor de pintores, escritores, periodistas y músicos que formaban la Agrupación de Gente de Artes y Letras, liderada por Benito Quinquela Martin, fundando LA PEÑA que funcionó desde 1926 hasta 1943.
Don Curutchet decía que estos daban prestigio al lugar, y no se equivocó. Han pasado por el café personajes de la talla de Jorge L. Borges, Carlos Gardel, Alfonsina Storni, Baldomero Fernández Moreno, Juana de Ibarbourou, Roberto Arlt, Lisandro de la Torre, Marcelo T. de Alvear, Federico García Lorca, Juan Mnanuel Fangio, Albert Einstein, Vittorio Gassman, Hillary Clinton, Francis Ford Coppola y el mismísimo Juan Carlos de Borbón, entre tantísimas personalidades de la Argentina y el mundo.
Es también este lugar un importante exponente de la cultura y las artes en la actualidad ya que hay exposiciones permanentes de pintura, escultura, dibujo y la música tiene un sitial preponderante entre sus paredes.
Café Tortoni, un clásico con gran historia, en pleno centro porteño.Actualmente el propietario del café Tortoni es el Touring Club Argentino y "La Bodega", en el subsuelo, es escenario de diferentes artistas de tango y jazz. Es destacable la permanencia de la Fénix Jazz Band, conjunto argentino de jazz tradicional que actúa todos los sábados, desde 1978. También se realizan presentaciones de libros y concursos de poesía. El café conserva la decoración de sus primeros años, la salida por la calle Rivadavia, tiene una biblioteca y al fondo mesas de billar y salones para jugar al dominó y a los dados.

El edificio fue dirigido en su construcción por el arquitecto Alexandre Christophersen y es de estilo eclecticista. Gran parte basado en  los bares franceses del momento, y se conserva intacto en la actualidad.
Les sugiero que, cuando vengan a Buenos Aires, dediquen una buena parte de un día para "pasear" dentro de este hermoso café, sin perder ni uno de sus cuadros, fotos, esculturas, visitando sus diversos salones y disfrutando de un excelente servicio de cafetería.

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